viernes, 23 de marzo de 2007

Un franco, 14 pesetas

Si te hablan de una película, y lo primero que sabes de ella es que su director y protagonista es Carlos Iglesias - el más delgado de la pareja que perpetra Manos a la Obra -, lo primero que pasa por la cabeza es que es una película sin la cual podemos vivir tranquilamente.
Sin embargo, la primera sorpresa es que es una buena película. Hecha desde la ternura y el cariño, intenta contar parte de lo que fue este país en la época de nuestros padres y abuelos: un país de gente que emigraba en busca de una vida mejor a otros países. Más de uno de los que pone a parir a los inmigrantes que llegan ahora a España debería verla.
El tono de la película es amable. Demasiado quizás, puede ser un poco empalagoso. Pero se apuntan lo que fueron todos los problemas de esas personas: la salida de España, el choque con otra cultura, lo difícil que es adaptarse, lo difícil que es volver.
Carlos Iglesias y Nieve de Medina, además, están completamente convincentes en sus papeles, sobre todo ella. Cuando están juntos en pantalla, realmente dan la sensación de ser un matrimonio real, una pareja no de película, si no de dormitorio y cocina, de olla de lentejas y paseos los domingos.
Y cuando la veais, hay un discurso de Carlos Iglesias hacia el final de la película - probablemente poco creíble, pero magnífico -, que es lo que siempre hemos deseado decirle a algún negrero de los que te cruzas en tu vida laboral. Gracias Jose María por hablarme de ella.

3 comentarios:

Sergio Cortés dijo...

Tomo nota aunque de entrada, como bien dices, amigo Juan, no mata a priori.
Me espero un melopastón al estilo Garci y la Señorita Ninette.

Pero, vienendo de quién viene la recomendación no haré sino no perdérmela.

Juan Ayala dijo...

Puede ser, amic Sergi, ultimamente la verdad es que estoy de un sensiblero que roza la moñez

txema dijo...

Sin llegar a ser una obra maestra ni nada parecido, no dejar de ser una película sensible, especialmente para con los españoles que emigraron. Por eso se la recomendé a Juan, especialmente para que la viera su padre. Hay ciertas escenas en la película, que escondido bajo el humor de este peculiar actor, esconden gran parte de la verdad de aquellas personas que fueron a buscar una vida mejor. Es cierto que tendría que verla todos los que se quejan de la inmigración en España. Saliéndome de contexto, os comento que el otro día vi un reportaje de Argentina, y aún hay mas emigrantes españoles allí, que argentinos aquí. La mayoria de los que fueron a sudamérica lo hicieron sin permiso de trabajo.

... los argentinos nos están invadiendo.
... pero nosotros ibamos con permiso de trabajo.
...etc.