Vosotros, que me conoceis de antaño, podeis dar testimonio de que no siempre he sido esa agradable compañía, ese brillante conservador, el alma de la fiesta y la alegría de la huerta que soy hoy día. Más bien al contrario, en mis tiempos mozos, que se remontan ya al pasado siglo y al pasado milenio ( ¿ os habéis parado a pensar alguna vez que nacimos en otro milenio ? Inquietante..... ) mis habilidades sociales eran, por decirlo de forma suave, más que limitadas.
Gracias a la vida, que no me ha dado tanto, pero que te va enseñando poco a poco, mi sociabilidad es actualmente mucho mayor. Excepto a los adolescentes gritones y a los viejos gruñones, tolero a casi todo el mundo, que es mucho más de lo que se podría decir, por ejemplo, de nuestro estimado Miguel Angel, o de nuestro bienamado Txema. Incluso la gente me cae bien, por regla general, salvo que sean muy desagradables. Y ya sólo me pongo nervioso con las mujeres que me gustan, no con todas. Sé, más o menos, manejarme en ambientes desconocidos, y poco a poco, voy desarrollando un incipiente sentido de la oportunidad, que me va evitando cada vez más a menudo que meta la pata con observaciones extemporáneas ( desde que leí esta palabra, tenía ganas de usarla, extemporánea, que bien suena ), que durante un tiempo fueron unas de mis señas de identidad.
Y sin embargo, hay situaciones sociales que se me resisten, en las que me sigo sintiendo descolocado. Y una de ellas es que cuándo me encuentro de forma inesperada a una persona que tengo asociada a unas situaciones o lugares concretos fuera de estos, no sé como tratarla. Es como si pensara"Bueno, pero si a ti no te toca estar aquí". No me pasa siempre que se dan estas condiciones, pero sí me ha pasado con cierta frecuencia. A veces, si no con amigos, sí con gente que me cae bien, con la que tengo buena relación.... pero en "nuestro" ambiente habitual. Que quede claro que no estoy hablando de situaciones en que una persona me pueda poner en un apuro por decir o hacer algo, si no situaciones que, objetivamente, deberían ser neutras. No sé, supongo que es una cierta rigidez de mis esquemas mentales o tal vez la incomodidad de que una persona me vea fuera de la situación de la cuál me conoce.
Y os pregunto ¿ es esto normal ? ¿ os pasa también a vosotros ? ¿ O es qué soy un poco bicho raro ?
7 comentarios:
Parece que Miguel Angel y yo somos medio insociables, porque si fueramos viejos gruñones no nos soportarías.
Es broma, pero si es cierto, al menos por mi parte, que cada vez soporto a menos personas, y que me voy haciendo algo más hermético.
En cuanto a tu pregunta, pues si, es verdad que a veces te encuentras a gente fuera de su "habitat natural" y causa sorpresa. Cierto es que muchas veces la sorpresa es agradable.
Personalmente me descoloca más cuando comparto momento con varias personas, con las que yo guardo buena relación, pero entre ellas no tienen mucho en común, y ahí estoy yo haciendo malabares.
No os tomeis a mal lo que es una broma, joer.
Si, ese último párrafo es bastante aproximado a lo que me pasa a veces
Joder Juan, no acabo de entender muy bien a lo que te refieres. O si lo entiendo a mí no me ha pasado.
Casi te ha faltado dibujarnos con garras y ojos rojos a Txema y a mí. No somos tan ogros. Aunque cierto es que cada día estoy más alineado con el gran Samuel Becket, cuando afirmaba aquello de que la gente es tonta. Y sí, cada día soporto menos a la gente en general. Lo que no quiere decir que a los que soporto no me encante soportarlos.
¿Os habéis parado alguna vez en medio de una conversación a pensar: pero que gilipolleces están diciendo. Le daba así? A mí me pasa continuamente. Será la edad.
Menos mal que por lo menos Txema me entiende.
Ah, una reivindicación: NO SOPORTO A LOS SIMPÁTICOS. A los que son simpáticos todo el rato.
Al igual que tampoco soporto a los que te dicen: bueno, eso será tu opinión. PUES CLARO IMBÉCIL que es mi opinión. ¿De qué boca ha salido? ¿De la de tu madre? Parecen querer que todas las frases las empieces con yo opino o desde mi punto de vista o a mi me parece,...
Y para terminar mi lista de odios, la mejor: si a ese restaurante van a cenar los jugadores del Madrid, que pueden ir a cualquiera, será porque el restaurante es el mejor. Raúl y Guti, esas mentes preclaras, dictando tendencias. O esta otra: si es la primera en recaudación la película estará bien. Y lo tonto que eres también está bien.
Para que luego me llames ogro sin razón.
Yo no te he llamado ogro, Miguel. Pero vamos, te has quedado a gusto.
Lo de pensar "este tío es tonto" si que me ha pasado, pero no es a lo que me refería.
Y sí, yo también tengo esas fobias que mencionas, pero no soy tan militante
Joder que grande sería ese blog que pensamos el otro día de: los tocacojones...!!!
Si que os/nos podríaimos quedar a gusto criticando una cosa al día!! jeje
amigo juan, ahora en serio digo:
que yo siento lo mismo. ültimamente aguanto más todo tipo de sociabilidad. cada vez soy más enfermo de la gente, dicen los que me conocen que he desarrollado un lado más tierno y cariñoso y que inclusó avanzo en el modelo de la comunicación con todos.
Pero eso, y en eso sigo siendo irreductible.. cuando no soporto a alguién tampoco puedo con él!!
En fin.. que viva la sociabilidad!!
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