La Rosa y el Capullo

Para no defraudar a mis colegas de blog, especialmente Juan Ayala, de la misma manera que lo ha hecho Rosa Aguilar con sus votantes de Córdoba (“terminaré mi mandato, lo primero es la ciudad de Córdoba”), escribo estas líneas que seguro espera como agua de mayo.

Pese a ser la crónica de una muerte anunciada, por los rumores que se venían oyendo hace años, nunca hubiera creído que se consumara el hecho. Si aún daba un duro por alguien en la política, esa era Rosa Aguilar, porque además me parecía el mejor y mas fiel legado que había dejado Julio Anguita en Izquierda Unida. Además era el referente del partido, pese a Frutos, Llamazares o Lara.

Si bien entiendo que es totalmente lícito, el cambio de acera, también me parece falto de ética y dignidad, especialmente para con sus votantes y compañeros de partido, a los que no consultó ni avisó ni se ha dirigido en ningún momento. Y escribo cambio de acera, porque no creo que nadie se trague, que el PSOE le ofrece una consejería a nadie por lo eficiente que es, sin esperar nada cambio. Por lo pronto ya han conseguido algo, que es encabronar a los votantes de IU en Córdoba, y ponerse la alcaldía en bandeja para las próximas. Por otro lado, ¿alguien duda de que irá en una lista del PSOE en las próximas? ¿alguien duda de que terminará aparcada, en el mismo desguace, junto a Cristina Almeida y Diego L. Garrido?
Se me revuelven las tripas al verla compartir escenario con Martín Soler o Gaspar Zarrías.

La indiferencia que siento por la política se hace infinita ante estos acontecimientos porque, repito, es de las pocas personas en las que aún tenía fe. Esto significa, aunque C. Lara lo niegue, un zarpazo casi definitivo a IU. Y lo peor, es que cada vez la resultante de las fuerzas estará mas dirigida a la derecha, porque ya no habrá quien la desvíe, aunque de forma leve, hacia la izquierda. Estamos, por consiguiente, en el camino del monopensamiento y , mire usted, del bipartidismo.

Una vez que IU eche el candado, será el momento para reformar la ley electoral, y hacer lo propio con los nacionalistas.

IU debería haberse dado la eutanasia que tanto defienden, hace unos años, y hubiera muerto con dignidad, y no de esta manera, olvidada, en coma en la cama, mientras sus familiares se van de fiesta.