Atrevimiento e injusticia.

Como bien sabéis La U.D. Almería salió derrotada el sábado del Bernabéu , pero la impresión dejada y lo errores arbitrales han dado mucho que hablar. Os dejo un repaso:

JOSÉ SÁMANO (EL PAÍS)

En Chamartín sólo dejaron huella el Almería, altivo y descarado, y un árbitro superado por la enjundia de una plaza como la de Chamartín. Con diez, por capricho del colegiado, el cuadro andaluz, mejor toda la noche, atrincheró a su heráldico rival.

El Almería se fue de Chamartín con un gol válido anulado, la injusta expulsión de Crusat, y con un penalti favorable birlado.

El conjunto de Emery, desfiló por el Bernabéu con una apuesta encomiable, con un 4-3-3 extinguido hace años por una cobardía general, y siempre trató con mimo a la pelota. Equipos así multiplican el optimismo y embellecen una Liga como la española. En Madrid, el Almería no se achicó ni en el calentamiento. Fue mejor de principio a fin, incluso en el tramo final, cuando el árbitro le tenía al borde de un ataque de nervios y con sólo diez jugadores.

FERNANDO LLAMAS (EL MUNDO)

El Almería le sacó los colores al Real Madrid. El Almería mostró en el Bernabéu una buena composición, valiente y con muchas alternativas para dar gusto a quien paladee el fútbol. No se encerró en ningún momento. El Almería mereció los elogios. Y las condolencias por un arbitraje que le perjudicó con insistencia. Un gol mal anulado a Uche por un fuero de juega que impedía Higuaín, evitó el empate del recién ascendido a la hora de partido. Dos minutos después, la expulsión de Crusat pareció conforme a reglamento, aunque su falta en la frontal sobre Saviola, que se iba solo hacia el meta Cobeño, fue de las que se saldan con amarilla en la raya frontal del área.

Pero el Almería supo quererse a sí mismo y superar con orgullo torero todas las adversidades.. Tras varios avisos, Uche recibió el pase perfecto, que él convirtió en jugada ideal, al destrozar con un quiebro a Cannavaro y golpear sin piedad una pelota que Casillas ni pudo imaginar. El Madrid se encogió ante 10 tíos con ambición e ideas.

La internada de Natalio, recién llegado desde la suplencia, chocó en área madridista con el corte cuidadoso de Metzelder. Pero que rozó el penalti. El linier estaba tan cerca que el árbitro le dejó a él la decisión. Y para éste, no hubo infracción. Almería opina lo contrario.

ENRIQUE ORTEGO (ABC)

Los tres puntos fueron para el Real Madrid, pero el Almería le dio un auténtico repaso futbolístico. Hasta cuando se quedó con diez, por expulsión de Cruxat, a la hora de partido, el equipo de Unai Emery fue superior y llevó el mando del partido con un descaro impropio de un recién ascendido, pero que dice mucho del joven técnico y su equilibrado equipo, al que sólo se le puede poner el pero del gol. Todo lo demás, lo tiene.

Además, los andaluces tienen razones más que justificadas para quejarse del pésimo arbitraje de un colegiado que debería cambiar de profesión por el bien del fútbol. Álvarez Izquierdo, que así se llama la criatura, anuló un gol legal al Almería, con el 1-0 en el marcador, y después no consideró penalti una acción sobre Notario, con el resultado de 2-1, que deja al menos el beneficio de la duda. Sin embargo, sí pareció acertar en la falta y expulsión de Cruxat, pues si bien el jugador toca el balón, antes golpea la pierna de Saviola.

Admirable la disposición del Almería. Dentro de sus limitaciones, vino a jugar de tú a tú. Si le salía bien y puntuaba se cargaba de moral para los próximos partidos. Si perdía, como así fue, tampoco pasaba nada. Era lo lógico y normal, pero por lo menos lo había intentado como un valiente.

PEDRO MARTÍN (AS)

Los fallos graves de Álvarez Izquierdo empezaron al anular un gol de Uche en la segunda parte por fuera de juego, con 1-0 en el marcador. El asistente que cubría el ataque del equipo andaluz levantó el banderín equivocadamente. El delantero nigeriano estaba en posición correcta, habilitado por Higuaín. El error (lamentable) sólo tiene una justificación: que el corpachón de Uche ocultara el de Higuaín en el campo de visión del asistente.

Las otras dos jugadas que influyeron decisivamente en el resultado final del encuentro admiten discrepancias. La expulsión de Crusat puede tener, al menos, dos interpretaciones. La primera, la que tomó el colegiado catalán, valdría para justificar la tarjeta roja porque el jugador del Almería, en su intento de arrebatar la pelota a un Saviola que se escapaba en solitario en busca del portero, toca al delantero y le derriba. La segunda apoyaría la teoría de que Crusat saca el balón sin hacer falta a Saviola. Ante la duda, me quedó con la segunda, sobre todo por la buena intención del defensor, que va con el pie a ras de césped y no quiere derribar al delantero. En la otra jugada, la del penalti de Metzelder a Natalio, con 2-1 en el marcador, queda claro que el zaguero alemán del Madrid no se interpone voluntariamente en la carrera del atacante. Tras el regate, se desequilibra y no puede evitar que Natalio tropiece. Además, el delantero del Almería no hace nada por mantenerse en pie cuando entra en el área. Álvarez Izquierdo no señaló penalti al entender que era un tropezón y no una zancadilla, y quizás no le faltara razón.

MARÍA VALERO (MARCA)

Los errores del árbitro acabaron con un gran Almería y permitieron que los blancos se llevaran un triunfo que les permite seguir líderes.

El Almería salió sin complejos al Bernabéu. Comenzó muy ordenado, tranquilo y controlando la situación mientras el Madrid dejaba claro que no iba a ser el de la goleada en El Madrigal.

Y con la segunda parte llegó la polémica. Álvarez Izquierdo anuló un gol legal de Uche por un fuera de juego inexistente. Habría sido el empate para el Almería, que minutos después, se quedó con diez por expulsión de Crusat.

El partido se rompió y el Almería 'murió' cuando el árbitro no pitó penalti en una acción de Natalio con Metzelder, quien después reconoció haber derribado al valenciano.

Demasiado premio para el Real Madrid y demasiado castigo para el Almería. Los blancos han arrancado a lo grande. Los de Emery, prometen. El Almería tiene buena pinta.

ANDRÉS ASTRUELLS (EL MUNDO DEPORTIVO)

hacer buen fútbol no es sólo un privilegio para los 'grandes' y que también los modestos y neófitos en la máxima categoría, son capaces de ofrecer un juego atrevido, valiente y bien concebido desde el banquillo. Se trata de Unai Emery, el técnico del Almería.

Ver al Almería ayer fue como una brisa de aire fresco en medio de tanta mediocridad, de tanto fútbol especulativo, de tanta necesidad de amarrar el resultado desesperadamente a base de defender y dar patadas.

Tuvo que llegar la inevitable ayuda arbitral, esta vez a cargo de un colegiado catalán, Álvarez Izquierdo, para que el Real no pasara por la humillación de ver cómo el recién ascendido, además de jugar mejor, le empataba elencuentro, tras haber fallado un montón de ocasiones.

Lo que tenía que ser un festival madridista fue en muchos pasajes del encuentro un recital de los andaluces que al final sucumbieron por el colegiado que, además de anular un gol legal a Uche (era el 1-1), expulsó a Crusat por una falta inexistente y se inventó la falta que propició el 2-0.

La garra del once andaluz y las grietas 'merengues' dieron colorido a unos minutos locos en los que Natalio se tiró dentro del área pidiendo un penalti que, obviamente, el árbitro no interpretó.

Creo que sobra cualquier comentario al respecto. No se ponen de acuerdo en las jugadas polémicas después de haberlo visto repetido por la tele unas 10 veces. ¿Entonces el árbitro? Pues eso.

Sólo me queda una duda. Si los resultados no llegan, ¿empezará a cundir el desánimo y se normalizará el juego? Esperemos que sigamos así de atrevidos y que cuando llegue nuestra liga los resultados nos sean favorables.

PD: Gallina en piel (diría Antic) cuando los aficionados del Almería callaron a todo el Bernabéu con sus vítores.