Notas de domingo

Julia, tu padre te quiere, pero si según sus propias palabras, dormir apenas seis horas a dos metros del punto de emisión de mis legendarios ronquidos es "la noche que mejor he dormido en meses", es que le estás dando una guerra de la hostia ( para ti, Miguel ).
Que bien hemos desayunado, compartiendo una porra, pero que tormento aparcar, una hora dando vueltas alrededor de la Puerta de Toledo. Bocata calamares, tapa de paella, la jarra de cerveza más grande del bar, Miguel cumpliendo su trigésimo tercer cumpleaños ( me gustan los cardinales, aunque esten en desuso ), la puñetera edad de Cristo, como mola la cazadora que le ha regalado Eva ( ya estás preguntando dónde la ha comprado, quiero una igual ).
Como me alegro de ver a la Nata y a Diego, que bueno es verlos siempre, Diego, ya me vas reservando ese fondo para el Numancia - Almeria del año que viene. Que majo Juan, el primo consorte de Chema, que dulce de Mario, un niño guapo y rubio, juega contigo cuando quieres, y cuando no, no da tormento.
Vaya día del Diego Alves, vay par de golitos que se ha tragado, que cabrón el árbitro, que grande el Almeria, con diez empatando un 2-0, empatando un 3-2, me he quedado ronco, que rubia del Almeria abajo a la izquierda, que rubia del Atleti abajo a la derecha, que crack el Kun, que ya cuando expulsan a Juanito ya no podemos más, el gol me ha salido a menos de 4 euros la unidad, pero el equipo ahí ha estado, echándole un par.
Me pongo a leer El País en el metro, me equivoco en el transbordo, rectifico, me paro en mi irlandés a terminar el periódico, me pido una pinta de Beamish, me pido la segunda, quizás sea por el efecto, pero hoy me parecen todos los artículos de El País cojonudos, mi ángel bueno me dice "en el descanso del Barça - Getafe a casa", pero mi ángel malo me hace pedirme otra. Be proud, Be irish, Beamish. Estoy afónico, como he cantado los tres goles.
No comprendo porque mi navegador no encuentra la página de Sergi, no comprendo porque no veo en blogger los complementos de edición. Creía que Berni no estaba en casa, pero sí, ya durmiendo, bajo el volumen de la tele, mañana tengo reunión a las nueve y soy el principal ponente, a ver como hablo, pero me da igual. Quizás sea el efecto del alcohol, pero es el primer domingo en meses en que no me importa que mañana sea lunes, y ahora una ducha y a la cama, que mañana será otro día.