Tengo 33 años. Demasiado viejo para el abono joven, y demasiado joven para la tarjeta dorada y los viajes del Imserso. No estoy casado, ni tengo hijos, ni soy propietario de un piso, ni tengo cuenta vivienda ni nada que se le parezca, por lo que no tengo desgravaciones a las que acogerme cuando cada año, con puntualidad británica y seriedad alemana,pago mi IRPF.
Ojo, me parece estupendo pagar los impuestos que me corresponden. Pero por lo menos que en los servicios públicos no me tomen el pelo. Y es que que no me dejen hacerme la tarjeta sanitaria porque un certificado de empadronamiento expedido este mismo año se considera caducado, y que además, no pueda ir a que me lo renueven porque las oficinas del padrón cierran a las 2, me toca profundamente los cojones ( sí, he dicho cojones ). Joder, ¿ no estamos en la era de las autopistas de la información, no podían consultar el padrón on-line desde el consultorio? Mañana, a perder horas de curro y a dejar la productividad de la economía española hecha unos zorros.
Por lo menos, y tal como está la sanidad madrileña, ayer me atendieron de un pequeño corte en la mano que mereció un par de puntos en un tiempo record. Y si a alguno de vosotros os parece que es un hecho que no se sale de la normalidad esta prontitud en la atención, preguntadle a Miguel Angel como funcionan los nuevos hospitales "públicos de gestión privada" ( oximorón a la altura de "inteligencia militar" ) que doña Esperanza - dios la guarde por muchos años, pero a ver si los madrileños la echan del poder de una puta ( sí, he dicho puta ) vez-, construye alegremente, aunque luego se olvide de minucias tales como dotarlos de personal y medios.
El corte mencionado se produjo en el transcurso de mis tareas domésticas. Digo esto para no dar pábulo a especulaciones tales como "ya has tenido otro accidente mientras estabas de bares", que algún compañero de trabajo ha enunciado. Que cantidad de conspiranoicos que hay por el mundo, de verdad.
Puede que este post este quedando algo deshilachado, pero por último no puedo dejar de mencionar lo orgullosos que os hubierais sentido de mí por la sangre fría que derroché ( mi lavabo fue testigo de que efectivamente, la derroché ) vendándome con la mano izquierda, mientras su hermana derecha sangraba profusamente. Y como luego, con el gesto impertérrito
cual Clint en "Sin perdón", me encaminé andando al hospital más cercano ( afortunadamente, a cinco minutos de casa). Y yo solito. Estoy hecho un machote.
Ojo, me parece estupendo pagar los impuestos que me corresponden. Pero por lo menos que en los servicios públicos no me tomen el pelo. Y es que que no me dejen hacerme la tarjeta sanitaria porque un certificado de empadronamiento expedido este mismo año se considera caducado, y que además, no pueda ir a que me lo renueven porque las oficinas del padrón cierran a las 2, me toca profundamente los cojones ( sí, he dicho cojones ). Joder, ¿ no estamos en la era de las autopistas de la información, no podían consultar el padrón on-line desde el consultorio? Mañana, a perder horas de curro y a dejar la productividad de la economía española hecha unos zorros.
Por lo menos, y tal como está la sanidad madrileña, ayer me atendieron de un pequeño corte en la mano que mereció un par de puntos en un tiempo record. Y si a alguno de vosotros os parece que es un hecho que no se sale de la normalidad esta prontitud en la atención, preguntadle a Miguel Angel como funcionan los nuevos hospitales "públicos de gestión privada" ( oximorón a la altura de "inteligencia militar" ) que doña Esperanza - dios la guarde por muchos años, pero a ver si los madrileños la echan del poder de una puta ( sí, he dicho puta ) vez-, construye alegremente, aunque luego se olvide de minucias tales como dotarlos de personal y medios.
El corte mencionado se produjo en el transcurso de mis tareas domésticas. Digo esto para no dar pábulo a especulaciones tales como "ya has tenido otro accidente mientras estabas de bares", que algún compañero de trabajo ha enunciado. Que cantidad de conspiranoicos que hay por el mundo, de verdad.
Puede que este post este quedando algo deshilachado, pero por último no puedo dejar de mencionar lo orgullosos que os hubierais sentido de mí por la sangre fría que derroché ( mi lavabo fue testigo de que efectivamente, la derroché ) vendándome con la mano izquierda, mientras su hermana derecha sangraba profusamente. Y como luego, con el gesto impertérrito
cual Clint en "Sin perdón", me encaminé andando al hospital más cercano ( afortunadamente, a cinco minutos de casa). Y yo solito. Estoy hecho un machote.
3 comentarios:
Seguro que además se negaron a darte la eutanasia...que gente esta de la comunidad de Madrid.
Salud, Juan...y a cuidarse.
Piensa además de lo que no tienes, lo que tienes, que no es poco.
La última frase es peligrosa ya que puede tener varias lecturas o expresarse de varias formas:
-Piensa además de lo que no tienes, lo que tienes, que no es poco.
1.- Piensa además de lo que no tienes que no es poco.
2.- Piensa, además de lo que no tienes, lo que tienes, que no es poco.
3.-Piensa que si te hubieran administrado una inyección para que tuvieras una muerte bella, no tendrías vida, que ya es mucho hablar.
En este país hay gente que no tiene de ná. El domingo, a una hora del centro de la ciudad, en un pueblo las vacas (vaya cuernos tenían algunas), las cabras y los patos pasean tranquilamente por este lugar y se alimentan de la basura que hay tanto en los contenedores como esturreada por la ciudad. No hay agua potable, veo a una mujer con niños que juegan en un coche abandonado, al lado, su casa (luz, agua, teléfono, internet? ni hablar). Lo que sí hay es olor a petróleo, el cual está prácticamente en la superficie.
Deberías hablarnos un día sobre la vida en Baku, Nefta...
El acento del post no estaba en lo que tengo o dejo de tener, si no en que a veces pagas tus impuestos como un campeón para que luego te chuleen en una administración
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