lunes, 28 de mayo de 2007

Hoy se cumplen 20 años.


Que rápido pasa la vida, y que vida la de este hombre. Mathias Rust (nacido en 1968) es un piloto alemán que, en 1987, a los 19 años, voló desde Uetersen a Islandia y posteriormente atravesó Noruega y Finlandia hasta Moscú, evitando a las defensas aéreas soviéticas para finalmente aterrizar en Vasilevski Spusk, junto a la Plaza Roja; cerca del Kremlin, el corazón de la capital de la URSS. Unos días después del aterrizaje, Mikhail Gorbachev aprovecha este inesperado suceso para sustituir al ministro de defensa Sergei Sokolov y al comandante de defensa anti-aérea Alexander Koldunov, antiguo as de la 2ª Guerra Mundial (ambos contrarios a la glasnost y la perestroika) por hombres afines a su política. Más de 2.000 oficiales (la mayoría también opuestos a los movimientos reformistas de Gorbachev) perdieron sus puestos. Este movimiento fue clave en la victoria sobre los anteriormente fieros militares, conservadores y anti-reformistas. El juicio a Rust comenzó en Moscú el 2 de septiembre de 1987. Es condenado a cuatro años de trabajos forzados por delitos leves de gamberrismo, violación de las leyes de aviación civil y de las fronteras soviéticas. Tras permanecer en prisión 432 días en la cárcel moscovita dede Lefortovo, es puesto en libertad condicional. A su regreso a Alemania, Rust comienza sus servicios comunitarios obligatorios en un hospital; pero tras apuñalar a una compañera de trabajo, es sentenciado a dos años de prisión de los que solo cumple cinco meses. Vuelve a Rusia, donde trabaja como vendedor de zapatos, y posteriormente pasa dos años viajando alrededor del mundo. Conoce a su esposa (Athena) en Trinidad, y de acuerdo a las últimas informaciones, viven juntos en Berlín, donde él trabaja para una compañía financiera. Hoy con 39 años, Rust acaba de divorciarse de su segunda esposa, una mujer de la India. Dice que sigue buscando a la mujer adecuada para formar una familia. Pasa la mayor parte de su vida en Berlín y actualmente se dedica a jugar al póker de forma profesional. Unos meses atrás ganó un torneo en Las Vegas y algo así como 750.000 dólares. "Pero volví a perder la mayor parte", dice. En la actualidad, un millonario hombre de negocios japonés es el propietario de la avioneta de Rust, que guarda en un hangar hasta que aumente su valor. ¿Fue tal vez aquel hecho el principio del fin?

2 comentarios:

Sergio Cortés dijo...

excelente post josé maria.
No me había parado a pensar en este hecho...

Está, además, fantásticamente documentado.

txema dijo...

Es lo que tiene internet...te lo dice un nefasto internauta