La petición inicial para Munúa por el puñetazo que propinó a Aouate el pasado día 11 en el vestuario de la ciudad deportiva de Abegondo ascendía a nueve meses de prisión por un delito de agresión recogido en el artículo 147.1 del Código Penal. No obstante, al existir acuerdo, por parte del acusado, con la pena establecida, se rebajó un tercio la condena y finalmente quedó reducida a seis meses, según explicó el fiscal, Luis Anguita, que actuó de oficio, sin que existiera denuncia previa, según recoge la ley.
Debería estudiarse, por lo tanto, la posibilidad de ubicar junto al terreno de juego un tercer banquillo, para acoger al cuarto arbitro, un fiscal que actue de oficio, incluso un juez de guardia. Ya que la justicia en España está puesta al día, que los juicios son inmediantos a los incidentes y que es raro el partido donde no hay alguna tangana, pues me parece ideal la colocación de un tercer banquillo.
Sólo me planteo un posible problema; la competitividad para ser el centro de atención entre Rafa, Mejuto o Iturralde, contra Luis Anguita, Grande-Marlaska o el socialista Garzón.
Menos mal que en España no hay hockey sobre hielo...faltarían fiscales y jueces estrella.
4 comentarios:
A perro flaco, todo son pulgas. La que un día fue considerada mejor afición de España sigue creyendo que se trata de un bache, porque dieciocho años seguidos en segunda división dan escalofríos. Dicen que en el mismo laboratorio donde conservan a Walt Disney criogenizado, están trabajando para clonar a Bebeto y Mauro Silva.
Por la variedad de temas, por la ausencia de sexo y erotismo relamido que en el mundo blog abunda, por los comentarios, este blog es de los más interesantes.
Saludos.
Gracias vizconde, tu también eres parte de este blog.
Y enhorabuena por la victoria del Depor, ya que creo ver de que pie cojeas.
No, Vizconde, si lo de la ausencia de sexo no es por vocación, es por falta del mismo :-( .... Ay, que pena....
También se podrían aprovechar los descansos para hacer juicios rápidos en los que el público actuara de juez según la intensidad de sus chillidos y/o berridos de sus simpáticas trompetas.
Publicar un comentario