domingo, 30 de marzo de 2008

Nocilla hasta

El Teorema de Bolzano afirma que si una función es continua en un intervalo cerrado y acotado y en los extremos del mismo ésta toma valores con signos opuestos, entonces existe al menos una raíz de la función en el interior del intervalo.

José María circula con el coche por un camino que atraviesa una vasta extensión de invernaderos próximos al parque natural de Cabo de Gata. Había tenido que coger el coche de Natalia e iba pensando en el par de banderillas negras que puso Joselito aquel dos de mayo en que se encerró en solitario en la plaza de Las Ventas de Madrid, en la circularidad de Primavera, verano, otoño, inverno… y primavera y en como su guión cabe en una servilleta de papel y en que si tuviéramos un telescopio potente que pudiera ver hasta los límites del Universo, ¿encontraríamos más del Universo de un lado de la Tierra que del otro? No. Encontraríamos que se ve igual en todas las direcciones y que por lo tanto, para el observador, el centro del universo en ese momento sería el telescopio, y por consiguiente, si situamos el aparato en el Juanfran, junto a un pimiento rebozado, esta magnífica tapa podría ser el centro relativo del universo.
Mira hacia el horizonte y hacia su alrededor. Todo parece un mallado finito, de una rectitud, que de mero simple, es bella. Recuerda entonces que tiene que llamar a Miguel Ángel. Coge el móvil y, sin detener el coche, pulsa OK sobre su nombre en la agenda.

Cuando Miguel Ángel recibe la llamada en su móvil se ve obligado a colgar. Por el teléfono fijo discutía sobre la necesidad o no de comprobar la estabilidad de una estructura por el método de los elementos finitos. Después de conseguir disuadir a su cliente explicándole que la discretización de la malla era muy compleja, le devuelve la llamada a José María. Éste le da las gracias por haberle colgado, ya que justo un instante después la guardia civil le paró para pedirle la documentación. Miguel Ángel le dice: pues ya sabes, me debes una caña.
A las 2, como cada día, Miguel Ángel se va a comer a su casa. En el trayecto va escuchando la canción Tangled Up in Blue del disco Blood on the Tracks de Bob Dylan. Había preparado lentejas el día anterior y cuando llegó, Eva ya las había calentado. Estaban buenas, pero seguro que las cambiaba por un pimiento rebozado del Juanfran.

Sergio está trabajando en su oficina. En la pantalla del ordenador le aparece que tiene un mensaje nuevo. Lo abre. Es de Miguel Ángel explicándole los pormenores del concierto de Dylan en el Rock in Rio de Arganda. Le entusiasma la idea, así que rápidamente le contesta que cuente con él.
Esa misma noche se prepara un gazpacho de calabacín y se decide a ver por enésima vez After hours. Le resulta raro no haberse dado cuenta antes de que la película está claramente basada en Las historias de Cronopios y de Famas de Julio Cortázar. Cuando termina de verla se mete en la cama. Gracias al insomnio que padece se le ocurre un artículo. Se levanta, enciende el ordenador y escribe:
Es absurdo no imaginar una televisión hoy sobre IP. La tecnología lo permite, el usuario también. Los contenidos bajo demanda y a la carta superan con creces los encorsetados modelos de los TDT y sus descodificadores. El camelo ha sido grande pero la realidad cae cada día por su propio peso. Todavía algunos me recuerdan hace dos años discutiendo sobre este tema. Hoy creo que ya nadie se atreve. Las antenas, las parrillas y los aparatos están muertos. Pronto en las casas todos conectaremos la tele a Internet, los media centres y las apple tv. La vida del early-adopter es dura.

Suena el despertador. Juan lo apaga por pura inercia porque todavía no es consciente de haber escuchado el despertador. Se queda un poco más en la cama. Se lo puede permitir porque no tiene que perder tiempo duchándose. Siempre ha sido de los que se bañan por la noche.
Coge el metro. En su MP4 se suceden Angel of Harlem, Mi agüita amarilla y Personal Jesus. Cuando llega al PAU madrileño semidesierto donde trabaja está amaneciendo. En ese preciso instante suena Mediterráneo. Le obliga a pensar en Casablanca, la cerveza Fink-Brau, las novelas de Delibes y los roscos de semana santa.
Tras alcanzar por fin su mesa, enciende el ordenador y lee el post de Sergio. Aunque le ha gustado la expresión early-adopter, se le ha levantado un terrible dolor de cabeza. Decide entonces escribir una oda al Ibuprofeno. Al terminarla sale a la calle a fumar un cigarrillo y se acuerda de aquel coronas que le pidió a Javier Krahe en Adra.

Miguel Ángel ha recogido a su hijo Pablo y se dirige a uno de esos centros comerciales que tanto odia Joshua. En una rotonda, a la derecha, está apostada una patrulla de la guardia civil que ha parado a un conductor para pedirle los papeles. Va pensando en el par de banderillas negras que puso Joselito aquel dos de mayo en que se encerró en solitario en la plaza de Las Ventas de Madrid, en la circularidad de Primavera, verano, otoño, inverno… y primavera y en el penaltiy que falló Eloy contra Bélgica. De repente escucha un claxon. Da un volantazo hacia la derecha y se percata de que ha conseguido esquivar al coche de la izquierda. Por el espejo retrovisor ve al conductor llevarse el dedo índice a la sien y girarlo unas cuantas veces.

Acababan de dormirse sus hijos mietras Joshua se sienta a releer For Whom the Bell Tolls (a Heminway hay que leerlo en inglés, o esperarse a aprenderlo). De repente, sin saber por qué, deja el libro encima de la mesa y se dirige al armario que hay en el pasillo. Abre la puerta y saca una televisión que tenía allí guardada desde hacía más de cinco años. La enchufa y se sienta a verla. Mientras va zappeando ve un anuncio de Ibuprofeno, un reportaje sobre el director de cine Ki-Duk Kim, una tertulia taurina donde uno de los contertulios es Joselito, un programa de deportes analizando los fracasos históricos de la selección española de fútbol, un concierto de Bob Dylan, una entrevista de Joaquín Soler Serrano a Julio Cortázar y un debate sobre el estado de la universidad española. Al llegar al último canal de los que estaban sintonizados se topa con un documental sobre la aceleración de la expansión del Universo:... y Universo en expansión son términos con los que se designa la idea de que el Universo se expande a una velocidad cada vez mayor. A fines de los años 1990, unas observaciones de supernovas tipo A arrojaron el resultado inesperado de que la expansión del Universo parece ir acelerándose. Estas observaciones parecen más firmes a la luz de nuevos datos. De ser correcta esta teoría, el resultado último de esta tendencia sería la imposibilidad de seguir viendo cualquier otra galaxia. Esta nueva teoría del fin del Universo ha recibido el nombre de Gran Desgarramiento o, en inglés, Big Rip.
Mientras pensaba que todas esas teorías eran discutibles, la tele se queda en negro. Joshua no entiende nada. Coge su ordenador portátil y entra en www.elpaís.es. Lee: desde las 0:00 de hoy, día 3 de abril del 2010, no se puede sintonizar la televisión analógica. Se ha producido el tan esperado apagón analógico. Mira su reloj: las 0:01. Le entra la necesidad urgente de fumarse un cigarrillo. Pero no cualquier cigarrillo, sino aquél que le pidió Juan a Javier Krahe en Adra.

José María consigue aparcar delante de la puerta del Juanfran. Sube a su despacho y escribe el siguiente email dirigido a Miguel Ángel, Sergio, Juan y Joshua:
¿Hace una partida de risk mañana en mi casa?

7 comentarios:

Juan Ayala dijo...

Te has salido, Miguel, te has salido.
Magnifico.

Juan Ayala dijo...

Y por si me quedo corto: Probablemente lo mejor que se ha escrito en este blog

Miguel Ángel dijo...

No tiene mérito, amigo Juan. Mi cabeza anda en ebullición desde que he leído las dos primeras partes del proyecto nocilla. No sé, ha despertado muchas cosas en mi.
Cuando lo leas, porque lo vas a tener que leer aunque sólo sea para no tener que aguantar la plasta que te voy a dar, te darás cuenta de lo que te digo.

Juan Ayala dijo...

Sí, eso es verdad, cuando te pones pesadito no hay más remedio que hacerte caso :-)

NATO dijo...

SOBERBIO!!!

josh dijo...

muy bueno, Miguel Angel, es divertidisimo. Ya me has metido el gusano de la nocilla.

Sergio Cortés dijo...

NOS HA SALIO OTRO NOCILLERO!!!

brillante brillante!!!

muy muy nochilla! y muy muy hasta...


enhorabuena y sobretodo sigue escribiendo que nos tenías dejados de tus relatos.. yo hacía años que no leía alguno tuyo.. creo