jueves, 27 de marzo de 2008

LA UNIVERSIDAD QUE NOS LLEGA...

Recogiendo el guante que mi querido Txema me lanzó, aquí os escribo unas letras para contaros la Universidad que viene; en realidad ya en proceso irreversible de cambio desde hace unos pocos cursos. Trataré de ordenar mis ideas un poco.

En un momento de la historia reciente, años 90, los políticos deciden que existe un problema en Europa con la educación universitaria. Aseguran que no existe un espacio común, que los títulos universitarios no son equivalentes, que existe por este motivo un freno al movimiento de titulados entre los distintos países de Europa. Y firman el llamado Convenio de Bolonia con el que se comprometen a trabajar para solucionar este problema.

Caros compañeros, el problema nunca ha existido, como sabe todo aquel que ha trabajo por Europa, fuera de su país de origen. Un biólogo, lo es en España, Luxemburgo, Austria, etc. Un licenciado en filosofía, un físico, es reconocido como tal en cualquier sitio. Igual que un matemático, que un geólogo etc. Si es cierto que un ingeniero textil, un licenciado en biblioteconomía, un diplomado en óptica, no es reconocido, por poner algunos ejemplos, en muchos países. Quizás esto indica que esas titulaciones no son esenciales, puesto que hay países que progresan sin ellas, y tal vez son titulaciones universitarias artificiales. Pero es un hecho que todas las titulaciones que se dedican a ramas del saber aceptadas y clásicas, son aceptadas sin problemas en todos los países. Yo no conozco a nadie que no haya podido hacer su doctorado en el extranjero, o trabajar con estas titulaciones, procediendo de España, y viceversa. Muchos amigos nuestros son extranjeros que desempeñan aquí su trabajo. En muchos casos han tenido que convalidar su titulo aquí. Me parece razonable, especialmente cuando su profesión está reglada por un colegio profesional o tiene atribuciones exclusivas. Me parece razonable que el estado, el nuestro y los otros, establezcan ciertos mecanismos de control.

En fin, al final el convenio de Bolonia, que va a desfacer el entuerto universitario en Europa, desemboca en un reglado de la educación superior que se conoce como el nuevo espacio europeo de educación superior. Se establece que todas las titulaciones darán opción a la consecución de un título de grado, que dará paso a un máster, y este al doctorado para aquellos que le cojan cariño a la Universidad. Esto siempre con un número de créditos (hasta ahora 1 crédito correspondía a 10 horas de clase presencial) similar. Y aquí surge el concepto de ECTS (european credit transfer system). Y aquí entran los pedagogos.

Aprovechando el cambio, se pretende hacer una transformación integral del modo de enseñar en la universidad. Y para empezar, ahora un crédito deja de ser 10 horas de clase. El crédito europeo corresponde a 10 horas de trabajo del alumno. Esperad, esperad. Esto incluye las horas de clase, más por supuesto las horas de estudio en casa. Se calcula, lo hacen estos pedagogos, lo que dedica un alumno medio al estudio individual. El cálculo se hace suponiendo lo que necesita nuestro alumno medio, tremendo, en aprobar la asignatura. Así, si en mi asignatura la mitad de los alumnos tardan 2 años en aprobarla, significa que necesitan el doble de tiempo para de estudio en casa. Pero los pedas van más allá. Ahora ya no deben aprender o aprehender conocimientos los señores alumnos, sino que deben adquirir competencias. Competencias profesionales. Y además, hay que reducir las horas de estudio individual tanto como sea posible. Y así, los créditos ECTS ahora incluyen las horas de tutorías individuales, en grupo, los trabajos dirigidos, y las prácticas presenciales. Y nada de examen final. Eso, amigos, pertenece ya al pasado. Ahora debe haber una evaluación continua que evalúe los progresos de alumno a lo largo del curso. Y hay que valorar la actitud y el aprovechamiento de tutorías, trabajos en grupo, dirigidos, etc. al mismo nivel que los conocimientos, perdón, competencias adquiridos. Es decir, esto de dar apuntes y que el alumno complemente, estudie, y haga un examen por su cuenta y riesgo (el sistema que nosotros conocemos) es ya historia, como dicen en algunas películas de gansters. Acabar diciendo que la implantación del sistema es obligatoria por ley en el curso 2010. Mañana.

¿Qué os parece el panorama? Más detalles en los comentarios…

7 comentarios:

Neftalí Peral dijo...

Bien, bien; me parece todo bien.

¡Qué bien escribes, coño!

Miguel Ángel dijo...

A mí ya nada me sorprende, Joshua.
Esta semana he tenido que explicarle por cuarta vez a una ingeniera técnica que trabaja en mi oficina cómo se calcula la longitud de un arco de circunferencia. Y lejos de ponerse colorada me planta cara: es que se me ha olvidado, hace mucho que no lo uso. Me quedé con ganas de decirle que la próxima vez me iba a traer a mi hijo de 3 años para que se lo explicara.
Imagino que anécdotas como esta tendrás a cascoporrro.

Juan Ayala dijo...

Por poco que me gustaran en su momento aquellos tremendos exámenes finales de 5 horas de duración ( e ibas justo de tiempo ), este nuevi modo de evaluación es como hablar del sexo de los ángeles....
Hay gente Miguel, que no tiene vergüenza. Antes de preguntar algo por cuarta vez, ya me busco yo las habichuelas para saberlo.

Neftalí Peral dijo...

Aquí flipamos: el profesor va destrás del alumnos. Te viene un alumno que está en tercero, en el último año ya, y que no ves desde hace un mes y te dice: "¿Puedo hablar en inglés?"
Y uno, resignado, responde: "bueno"
Y dice: "Can I have the copies of the last three weeks?
Uno flipa. ¿No puede pedirlo a los compañeros? ¿Tiene la cara de pedírmelo a mí, además en inglés?

Ahora bien, ni esto, ni lo de España: que vaya morro tienen muchos en España. ¡Hay profesores que te preguntan cosas que ni han explicado bien o no sabrían solucionar ni ellos! Además, algunos miden su prestigio por el número de suspensos, ¿o no lo habéis oído o vivido vosotros mismos en la época estudiantil?

Juan Ayala dijo...

En mi diplomatura, en Almeria, me pilló un cambio de plan de estudios. Hubo una asignatura, electrónica, en la que sólo estábamos gente del plan antiguo, sólo repetidores, vamos, pues en el nuevo plan no existía la asignatura.
Y erámos más de 200 matriculados en esa asignatura.
Teniendo en cuenta que una promoción erámos unos 80 - 100, pues imaginaros... La primera vez que me matriculé, de una clase de ciento y pico, aprobaron 6...

Sergio Cortés dijo...

ayy amigos.. la universidad!!

en los ultimos tres años he trabajado en 5 planes estrategicos de universidades, 3 planes de comunicación, el estudio del modelo de financiación para el ministerio de educación, el pacto nacional de la investicación y la innovación y un sinfin de este bonito mundo.

y qué decir...
ahora no tengo mucho tiempo pero así en titulares (prometo un post..):

- La universidad tiene tres misiones: educar, investigar y desarrollar su sociedad.
- El modelo de gobernanza universitartia es dantesco y nadie se atreve a cambiarlo.
- El modelo de financiación es pátetico, no orientado a resultados y focalizado sólo en la primera misión principalmente.
- Bolonia es divertidísimo y todo un folletín venezolano.. merece tratamiento a parte.
- La política pública de centros ha sido lamentable en españa (lo que llamo la universidad de barrio) (qué bien todos queremos una.. aunque sea patética..el sumun son los casos de los campus!! en diferentes ciudades)
- El sistema de investigación es también de esperpento a pesar de que disponemos de una excelente plantilla de investigadores a pesar de todo (y pese a que la mayoria se van del pais)
- Nuestra política de captación de talento, retención y repatriación de cerebros es también brillante.

y bueno... así tanto.. en fin.. que me voy pa comer!!

txema dijo...

No os calenteis el tarro, de todos modos en cuestión de diez años el que sepa leer y dividir será una eminencia.
Cuando invité a Joshua a escribir este post, realmente me refería a la ley de calidad que pretenden implantar en primaria y ESO.

Tal vez Eva la conozca mejor. Invitémosla pues...a mojarse.