Las basuras se acumulan en torno a este lugar del Harlem neoyorquino. Incluso en invierno, el intenso olor a podrido hace imposible el que nadie pueda permanecer de pie en la escalera de acceso a la vivienda. No hay ninguna placa conmemorativa. Entre los vecinos, nadie sabe nada de lo que allí ocurrió en 1958.
Pues bien, lo que ocurrió fue esto:
Posiblemente la mayor concentración de talento de la historia, no del jazz, no ya de la música, sino del arte en general. Y os traigo esto aquí, gracias al blog de Chema García Martínez, Jazz y otras hierbas, para celebrar la idea que han tenido los de harlem.org: poder rastrar un pedazo considerable de la historia del jazz a través de esta mítica fotografía. Enhorabuena.
1 comentario:
Mítica foto, si señor.... Podríamos abrir una sección imágenes míticas
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