jueves, 3 de enero de 2013

Mis discos del año 2012

Como viene siendo habitual en los últimos años, aquí está mi lista de los mejores discos del año:

1. Feeling good,  Joan Chamorro y Andrea Motis (Temps Record).
El profesor de la Escola Municipal de Música de Sant Andreu, Joan Chamorro al frente de la Sant Andreu Jazz Band y con la increíble voz de Andrea Motis.
"Una sonrisa es un modo económico de mejorar tu aspecto. Feeling good no pretende ser más que eso, una sonrisa, una caricia, un gesto,... que no es mucho pero tampoco es poco."
Así describe Joan Chamorro su disco. Y no se me ocurre una manera mejor de hacerlo.
Y qué decir de Andrea Motis, que con solo 18 años es capaz de cantar como canta. Inmenso descubrimiento.

 2. Huellas, Jorge Pardo (Autoeditado).
No se puede entender el flamenco-jazz sin la figura del flautista y saxofonista Jorge Pardo, ni ahora, ni en su origen. Y aquí firma un auténtico testamento musical, un sumario de lo que significa su obra, su concepto de la música, con 18 composiciones propias.
Además, en la grabación del disco ha intervenido gente de la talla de  Jeff Ballard, Tomatito, David Pastor, Niño Josele, Javier Colina, Antonio Serrano, Jerry Gonzalez, Josemi Carmona, Tino di Geraldo, Carles Benavent, Paquete, ...Todo un lujo. Una obra imprescindible para comprender qué es eso de la fusión.

 
3. Tempest, Bob Dylan (Columbia Records)
Llega el señor Zimmerman y nos sorprende con un disco impresionante, sin piloto automático, con una voz que suena como si estuviera haciendo gárgaras con sulfúrico y escupiendo fuego, y, lo más importante de todo, con temazos increíbles, algunos de más de 7 minutos, versos brillantísimos y mucha, mucha cera. 
In Bob we trust. For Ever.
Por cierto, Bob, listen to me, la portada del disco te ha quedado horrorosa. ¿En qué coño pensabas?


4. Lonerism, Tame Impala (Modular Recordings)
Escribe Xavi Sancho en El País: "Lonerism no es más que otro ejercicio de psicodelia de manual, un estudio sobre cómo hubiera sido el mundo en los 70 si los Beatles en vez de separarse hubiesen cambiado de proveedor. [...] Los hipsters le adoran, y a los que siempre nos ha interesado la psicodelia tanto como la cría de moluscos en Mar Jónico, nos tiene fascinados."
Efectivamente, me tiene fascinado este grupo autraliano, obsesivamnete, diría yo, con canciones como Why won’t they talk to me, Elephant o la maravilla lennoniana que es Feels like we only go backwards.

5. Homenaje a Enrique Morente, Los Evangelistas (Sony Music Entertainment España)
El título del disco no deja lugar a dudas: Un homenaje en toda regla a uno de los músicos más importantes que ha dado España en el s. XX. ¿Y quiénes son Los Evangelistas? Pues J y Floren de Los Planetas, Antonio Arias de Lagartija Nick y Eric Jiménez que pertenece a ambos.
Disco en la línea del fundacional y testamental Omega, con versiones del repertorio morentiano, pero con el personalísimo toque de sus autores.
El disco nos descubre, además, la preciosa voz de Soleá Morente en dos de sus cortes: Yo, poeta decadente, y La estrella. Un lujazo.

6. Sleeper, Jarret, Garbareck, Danielsson y Christensen (ECM)
La pregunta es: ¿Cómo diablos ha permanecido este disco oculto en los archivos de ECM desde que se grabara en directo en 1979?
Manfred Eicher tendrá sus motivos. El caso es que ha visto la luz, y por favor, ¡qué grabación, qué lujo, qué músicos!
El disco rescata el célebre cuarteto europeo de Jarret, hoy casi olvidado, con un entusiasmo y un brío difíciles de encontrar en sus discos de estudio.
Aviso a navegantes: este no es jazz para escuchar mientras se cena con los amigos en casa. Es jazz para escuchar con mucho volumen, con un nudo en el estómago y acabar de rodillas dando las gracias.

7. Life is peopple, Bill Fay (Dead Oceans)
Joshua Henry, de 32 años, el empresario tras la discográfica Dead Oceans, creció escuchando las copias en vinilo de su padre de los viejos discos de Fay, y se impuso el objetivo de llevar de nuevo a los estudios, alejado desde 1971, a este J.D. Salinger de la música.
El resultado: Belleza. La vida es la gente y hay que celebrar la vida.
A destacar el tema This world que comparte con Jeff Tweedy y la versión que hace del Jesus, etc.. de Wilco.
Un apunte: Todos los beneficios del disco van destinados a MSF, condición que exigió Bill Fay para entrar en el estudio.

8. Wrecking ball, Bruce Springsteen (Bruce Springsteen)
El Boss ha vuelto, y de qué manera. 
Es elogioso, de forma incontestable, cómo este señor, millonario, mito, por nadie discutido y sexagenario, siga explorando y tratando de ir más allá, y al igual que Dylan, nos obsequie con un disco nada automático, sino más bien arriesgado, inconformista, fuera de molde y hasta enfadado.
De elogiar y de inclinarse ante él.
Y en mi retina quedará ese concierto del Bernabéu de 3 horas y 50 minutos en el que cada tema parecía como si fuese la última canción que un hombre iba a tocar sobre la faz de la tierra.

9. Sunrise, Masabumi Kikuchi Trio (con Paul Motian) (ECM)
Es difícil entrar en el universo del pianista japonés Masabumi Kikuchi, pero una vez que traspasas esa frontera ya te quieres quedar ahí para siempre.
Jazz complejo, cerebral, sin notas de más, sin notas de menos, donde por momentos tienes la sensación de asistir a un diálogo zen entre Kikuchi y Motian. Un disco de una belleza casi ensoñadora.
Sirva también de testimonio de los últimos baquetazos que dejó grabados Paul Motian (para mí, el mejor baterista de la historia del jazz).


 
10. Old ideas, Leonard Cohen (Sony Music Entertainment)
 Otro peso pesado que viene a rescatarnos del tedio y de la catástrofe.
El candiense ya apenas canta, pero su susurro cavernoso te sigue llegando a lo más hondo.
Hay gente que no debería retirarse nunca.
Destacar, la meritoria traducción que hizo Sabina de las letras del disco y que regalan en la edición española.



 
11. Solo guitarra, José Luis Montón (ECM)
Manfred Eicher escuchó las interpretaciones sensibles y creativas de José Luis Montón acompañando a la cantante Amina Alaoui en su proyecto Arco Iris y ahí concibió un espacio para el guitarrista barcelonés en su sello.
Como su nombre indica, se trata de un disco de guitarra desnuda y eminentemente flamenco, pero con reminiscencias barrocas e incluso un rendido homenaje a Bach.
Virtuosismo mayúsculo, pero al servicio de la música, y solo por la música. ¡Y cómo suena una guitarra española grabada por Eicher!



12. Come sunday, Charlie Haden y Hank Jones (Universal Music International)
No existe en el mundo un bajista con la sensibilidad y el gusto de Haden al igual que tampoco existe en el mundo un pianista que se aproximara al recorrido y la luminosidad de Jones, tristemente fallecido tres meses después de la grabación del disco.
Música por la música, nacida de la sencillez, hecha por dos tipos que saben de esto.




 
13. Birds fly south, The Mastersons (New West Records)
Sin duda, el disco debut del año. Este dúo de Texas, formado por Eleanor Withmore y Chris Masterson, hacen un rock-folk fantástico, con melodías de esas que te ponen de buen humor, con juegos corales brillantes y un sonido impecable. Un disco para levantar ánimos, vaya.





14. Nosotras somos, Las Migas (Chesapik)
Después de que Silvia Pérez Cruz abandonara el grupo y fuera sustiuida por Alba Carmona, el grupo catalán vuelve con toda una declaración de intenciones en el título de su segundo trabajo: Nosotras somos.
Con Alba su flamenco se ha vuelto más canalla. Y por supuesto, siguen siendo Las Migas.




15. Born to sing: no plan B, Van Morrison (Blue Note Records)
Trigésimo quinto álbum de estudio del león de Belfast y un nuevo regalo para los oídos.
Canciones bellas, contenidas, excelsamente grabadas, y la voz, (esto sí que es La Voz) del gran Van the Man. Y es que no puede negar que nació para cantar.
Le perdonamos su mala leche e incluso su intento de canción protesta de In money we trust y agradecemos profusamente que no haya un plan B.
 


16. Adam´s lament, Arvo Pärt (ECM)
No se puede entender la música sacra contemporánea sin la figura del compositor estonio Arvo Pärt.
Adam’s Lament describe el dolor y la pena que Adán siente por la pérdida del favor de Dios y del paraíso. Para ello, Pärt se ha basado en los textos de San Silouan El Atonita.
Dirige el director estonio Tonu Kaljuste y además de su carácter religioso, la obra está concebida como una llamada a la (re)conciliación entre Occidente y Oriente, al diálogo entre los dos mundos politico-culturales. No en vano es un encargo de las capitales culturales europeas de 2010 (Estambul) y 2011 (Tallin).
 
 

17. Break it yourself, Andrew Bird (Bella Unión)
Otro de mis grandes descubrimientos de este año, el cantante, violinista y silbador (como a él le gusta definirse) Andrew Bird, firma un disco que es pura felicidad, pura luminosidad.
Es imposible no dejarse llevar por temas como Danse Carribe, Give it away o Eyeoneye. Canciones de esas que dan sentido a la vida.






 
18. Cosas de dos, Mayte Martín (Mayte Martín)
¿Quién dijo que el bolero estaba muerto? Aquí llega la gran Mayte Martín para desmentirlo y dejarnos 14 bolerazos, grabados en la sala Luz de Gas de Barcelona en riguroso directo, llenos de sabiduría, sensibilidad y sentimiento. Y todo ello sin gritar, oiga.
El disco además surge como un experimento de crowdfunding donde cada uno aportó su granito de arena en forma de mecenazgo, con la recompensa de ver tu nombre impreso en el libreto interior. Evidentemente un servidor no se pudo resistir.



19. Santacruz, Supersubmarina (Sony Music Entertainment)
Los de Baeza (Jaén) entregan su segundo trabajo y, como siempre, cuando llegan a más gente, los indies dicen que si se han vendido, que si se han vuelto comerciales, que si sonaban mejor antes, ... ¿os suena?
El caso es que el disco tiene buenas canciones como Canción de guerra, Tecnicolor, El baile de los muertos, Para dormir cuando no estés,...
Ideal para ponerlo en el coche a todo volumen y hacer kilómetros cantando.



20. Artesano, Miguel Poveda(Universal Music Spain)
Le recriminaron los antiguos que a su voz le faltaba noche, arena,... así que se fue a vivir a Sevilla en busca de noche y de años para su garganta. ¡Y vaya si lo ha conseguido!
En este trabajo suena más viejo, con mucha más arena en la voz y sigue demostrando un conocimiento de todos los palos y un talento que no se sabe bien dónde tendrán su fin.
Está claro que se ha erigido en la figura crucial del flamenco del s. XXI.




Y como colofón a esta lista, no me quiero olvidar de uno de los grandes temas del año y un video absolutamente brillante:
¿Qué fue de los cantautores? del maestro Luis Pastor. Aquí os lo dejo:


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