Hablaba este fin de semana con una amiga de parejas y amor, y más concretamente, de como nos relacionamos con el amor los solteros ( singles, Sergi ) de treintaytantos. Y claro, cada uno cuenta según le ha ido en la feria, pero en este caso, andábamos más o menos a la par. Y coincidíamos en varias observaciones. Dado que hace algún tiempo que no me pongo moña ( emotivo, dicen algunos ), ahí van esas reflexiones ( no descubren la pólvora)
Que la rutina de la soledad, aunque no sea buscada, crea hábitos que son difíciles de romper. Que cada vez somos más exigentes, en el sentido de que ahora vemos defectos en las personas que hace años no veíamos o al menos ignorábamos. Que resulta difícil ser valiente, sobre todo si arrastras esas viejas heridas, que son como los huesos rotos que duelen cuando llega el frío.
Que en realidad es muy fácil equivocarse, que las ocasiones perdidas se ven a toro pasado, que el miedo a veces nos paraliza, que nuestra autoestima en historias de amor es tan baja que desconfíamos de quien se nos acerca, y no nos atrevemos a acercarnos a quien nos atrae, que tememos decir que sí.
Que cada vez es más difícil conocer gente, que cada vez los grupos están más cerrados, que los amigos que no está en nuestra situación nos miran como si nos hubierámos quedado anclados en la adolescencia ( y a lo peor tienen razón).
Que a veces decimos que no porque tememos decir que sí sólo por soledad, que si alguna vez supimos, ahora mismo no sabemos tratar con nuestros sentimientos demasiado bien. Que, al fin ya al cabo, nos sentimos un poco ridículos por seguir así.
Y que aún así, todavía buscamos, aún no renunciamos, o sólo renunciamos a ratos. Y que pese a la decepción y a los momentos de desánimo, a veces aún nos queda la esperanza.
Que la rutina de la soledad, aunque no sea buscada, crea hábitos que son difíciles de romper. Que cada vez somos más exigentes, en el sentido de que ahora vemos defectos en las personas que hace años no veíamos o al menos ignorábamos. Que resulta difícil ser valiente, sobre todo si arrastras esas viejas heridas, que son como los huesos rotos que duelen cuando llega el frío.
Que en realidad es muy fácil equivocarse, que las ocasiones perdidas se ven a toro pasado, que el miedo a veces nos paraliza, que nuestra autoestima en historias de amor es tan baja que desconfíamos de quien se nos acerca, y no nos atrevemos a acercarnos a quien nos atrae, que tememos decir que sí.
Que cada vez es más difícil conocer gente, que cada vez los grupos están más cerrados, que los amigos que no está en nuestra situación nos miran como si nos hubierámos quedado anclados en la adolescencia ( y a lo peor tienen razón).
Que a veces decimos que no porque tememos decir que sí sólo por soledad, que si alguna vez supimos, ahora mismo no sabemos tratar con nuestros sentimientos demasiado bien. Que, al fin ya al cabo, nos sentimos un poco ridículos por seguir así.
Y que aún así, todavía buscamos, aún no renunciamos, o sólo renunciamos a ratos. Y que pese a la decepción y a los momentos de desánimo, a veces aún nos queda la esperanza.
11 comentarios:
La cuestion esta en si follas o no, segun puedo inferir. Perdon por la hondura, jejeje.
Y ahora, una cuestion. Puedo entender que alguien añore casarse con Margarita, vivir con ella, llevarla al cine o cepillarsela los sabados por la noche. Margarita pasa de mi- que putada, amigo.
Pero que se añore la vida en pareja en abstracto, sin una Margarita, no lo entiendo.
A ver esos solteros, que se expliquen.
Lo de follar, obviamente, cuenta, Joshua :-).
Lo del abstracto... Bueno, quizás tengan razón, pero es que estar sólo es muy concreto. Y cuando lo has intentado con varias chicas y nunca has conseguido llegar a nada, se te empiezan a acumular miedos y se te empieza a joder la autoestima...
Ayala, tu eres un tio grande. Que no se te acumulen miedos ni se te joda la autoestima. En serio te lo digo. Tu eres tu y tus circunstancias.
Me da la impresion que parte de las ansiedades de los solteros, y no digo que sea tu caso, vienen por la presion social. Sobre todo para las feminas. Tengo amigas, por los 30 largos, que estan dispuestas a saltar al cuello (matrimonial) de cualquiera que les diga ojos negros tienes. El problema es que se les nota bastante, y claro, espantan al mas pintado.
En cada situacion personal se pueden disfrutar (y sufrir) de ciertas cosas que de otro modo son imposibles. Pensar que tu situacion (soltero) es peor que otra (casado) es simplemente falso. Son circunstancias distintas con distintas posibilidades.
O sea, como el chiste que cuenta un compañero de curro:"¿ En que se parecen un soltero y un casado ? En que ambos piensan que el otro folla más".
Evidentemente, la soltería tiene sus ventajas, pero ya van perdiendo su novedad, quiero experimentar otras cosas :-))
Es cierto que hay cierta presión social sobre los solteros ( que varía mucho según el lugar, en Madrid no existe apenas, en Almeria, el soltero de 30 y pico es bicho raro).
Aún no llegamos a lo de saltar a cualquier cuello!!
lo IDONEO: Lunes, martes, miercoles y domingos casados; jueves , viernes, sabados y visperas de festivos solteros¡¡¡
Lo de saltar al cuello a esa edad es más frecuente en las mujeres, por lo menos a mí me da esa sensación. La soledad no deseada siempre pesa cuando tienes diez minutos para pensarla, pero no desesperes, puede ser peor el remedio...
Además tú vales mucho como para perder la autoestima...ellas se lo pierden.
Y el ansia se huele, Juan, como el miedo...quizás, por eso ligan más los casados, y si andas con churumbeles, pues más aun.
¿ Acaso insinúas, Txema, que desde que eres padre, te ves acosado por las féminas ? No se como se lo tomara Nata :-))
Solución salomónica la tuya, Richard
No acosado, pero se acercan más, y te hablan y todo.
Preguntale a Miguel Ángel.
¿vais a Getafe?
Va a ser que Unai - jarapero de pro - va a tener que pasar sin nosotros...
juaniko.. sólo 15 de mis asqueros y pringaos segundos para solidarizarme contigo.. en fin.. que es muy tarde y no puedo entrar en el debate.. pero .. ya sabes mi opinión.
No todo va a ser follar, no todo va a ser follar. Ya folle el año pasado a la orillita del mar, con una mujer sin par, que despues me dio de lado. La recuerdo obsesionado, pero sin llorar. No todo va a ser follar, no todo va a ser follar.
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