Noto últimamente que en amigos de mi misma quinta, se repiten una serie de frases, que variando en cuánto al contenido concreto de las mismas, tienen dos cosas en común. Una, la carga siempre negativa de dichas frases. Otra, el inicio de las mismas: "Es que los chavales de hoy en día son..." o "Nosotros nos divertíamos, pero no erámos tan animales..."
Tirando del hilo de la memoria, se me vienen a la cabeza una serie de imágenes, de aquella época entre mis 15 y veintitantos ( pocos tantos) años, en las que aparecen mis padres, tíos, y demás adultos de mi entorno repetían la misma frase ( o su variante "Es que los chavales de hoy en día sois...", cuando de una bronca se trataba ), y yo me sentía humillado, menospreciado, incomprendido.... y al cabo de cinco minutos, se me olvidaba y volvía a mis ocupaciones habituales.
Al igual que a mis amigos, esta frase se me viene a la punta de la lengua a menudo, cuando coincido con adolescentes escandalosos ( y que hieden a perros muertos ) en el metro, cuando veo esos inenarrables pantalones "cagaos", cuando escucho esos gritos de " Jeeeeenny, tiiiiia, ¿ has visto la hortera de la Jeeeesi ?", etc....
Y muchas veces, me viene a la memoria una de esas imágenes de mi adolescencia que antes mencionaba y me muerdo la lengua. Aunque cuando no me la muerdo, me parecen insoportables, irresponsables, mimados, afortunados, maleducados, malhablados, jóvenes en fin
Aunque mi concepto de la adolescencia a día de hoy sea el de un estado mental permanentmente alterado, bien por las hormonas producidas por el propio organismo, bien por el consumo de sustancias externas al cuerpo, me da cierto pudor criticarlos. Pobres. Bastante tienen con lo suyo.
Supongo que es ley de vida que cada generación critique a al inmediatamente posterior; supongo que es inevitable que los adolescentes sean sacos de hormonas. Lo de las hormonas no tiene solución, pero con qué derecho, desde que altura moral, podemos criticarlos, nosotros, que hicimos botellón, que fumamos a escondidas, que nos emborrachamos hasta la vomitona, que nos bañamos en fuentes públicas, que fuimos cómo ellos, o quizás peores que ellos
Tirando del hilo de la memoria, se me vienen a la cabeza una serie de imágenes, de aquella época entre mis 15 y veintitantos ( pocos tantos) años, en las que aparecen mis padres, tíos, y demás adultos de mi entorno repetían la misma frase ( o su variante "Es que los chavales de hoy en día sois...", cuando de una bronca se trataba ), y yo me sentía humillado, menospreciado, incomprendido.... y al cabo de cinco minutos, se me olvidaba y volvía a mis ocupaciones habituales.
Al igual que a mis amigos, esta frase se me viene a la punta de la lengua a menudo, cuando coincido con adolescentes escandalosos ( y que hieden a perros muertos ) en el metro, cuando veo esos inenarrables pantalones "cagaos", cuando escucho esos gritos de " Jeeeeenny, tiiiiia, ¿ has visto la hortera de la Jeeeesi ?", etc....
Y muchas veces, me viene a la memoria una de esas imágenes de mi adolescencia que antes mencionaba y me muerdo la lengua. Aunque cuando no me la muerdo, me parecen insoportables, irresponsables, mimados, afortunados, maleducados, malhablados, jóvenes en fin
Aunque mi concepto de la adolescencia a día de hoy sea el de un estado mental permanentmente alterado, bien por las hormonas producidas por el propio organismo, bien por el consumo de sustancias externas al cuerpo, me da cierto pudor criticarlos. Pobres. Bastante tienen con lo suyo.
Supongo que es ley de vida que cada generación critique a al inmediatamente posterior; supongo que es inevitable que los adolescentes sean sacos de hormonas. Lo de las hormonas no tiene solución, pero con qué derecho, desde que altura moral, podemos criticarlos, nosotros, que hicimos botellón, que fumamos a escondidas, que nos emborrachamos hasta la vomitona, que nos bañamos en fuentes públicas, que fuimos cómo ellos, o quizás peores que ellos
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