Soñaba hoy que con un amigo intentaba coger un avión para ir a Mallorca. Era uno de estos sueños gimkana, hasta el punto de que ni siquiera fuimos capaces de llegar al aeropuerto ( una procesión, una cola para el taxi, unas cañas que se alargaron fueron algunos de los obstáculos que nos lo impidieron)
Estos sueños gimkana, aunque me cansan, no tienen nada de terrorífico. Lo que me ha hecho caer en el pánico ha sido que me he despertado en mitad del sueño a eso de las 3 de la mañana y un tipo del que sólo alcanzaba a ver la mano que empuñaba un revólver desgranaba al lado de mi cama las razones por las que me iba a matar. Por lo que decía, yo creo que iba a por otro vecino, el del segundo, que es un cabrón, y se había equivocado de piso. Ya no hay sicarios como los de ants.
Evidentemente, esto no era más que uno de esos sueños "concéntricos" - no sé si este es el término correcto, así es como los llamo yo - que de vez en cuando me asaltan, pues en caso contrario no estaría escribiendo esto. Pero ha provocado que me despierte a las 2:26 am hora de mi mesilla de noche, gritando, y con tal acojone en el cuerpo que he tenido que encender la luz para comprobar que ya no estaba soñando. Así que hoy tengo las ojeras particularmente marcadas, y no es porque haya pasado la noche en tugurios y tabernas ( es cierto que no tendría nada de extraño), si no que mi cerebro, sin sustancias externas, ya se basta sólo para joderme las noches.
No es el primero de estos sueños que tengo, pero francamente, es en el que peor lo he pasado con diferencia ( en otro era despedido, y en el anterior a este me convertía en padre de varios churumbeles calés, guapísimos por cierto, le salieron a la madre). Pero es que como siga por este
camino, me va dar un síncope, un patatus, un infarto, o todo junto. Y me van a encontrar muerto - literalmente, muerto - de miedo en mi lecho.
Con todo, lo que más me preocupa es que tal vez ahora mismo estoy soñando y cuando me despierte soy padre de varios niños calés, o estoy despedido, o quizás el sicario sigue desgranando razones para pegarme un tiro....
Estos sueños gimkana, aunque me cansan, no tienen nada de terrorífico. Lo que me ha hecho caer en el pánico ha sido que me he despertado en mitad del sueño a eso de las 3 de la mañana y un tipo del que sólo alcanzaba a ver la mano que empuñaba un revólver desgranaba al lado de mi cama las razones por las que me iba a matar. Por lo que decía, yo creo que iba a por otro vecino, el del segundo, que es un cabrón, y se había equivocado de piso. Ya no hay sicarios como los de ants.
Evidentemente, esto no era más que uno de esos sueños "concéntricos" - no sé si este es el término correcto, así es como los llamo yo - que de vez en cuando me asaltan, pues en caso contrario no estaría escribiendo esto. Pero ha provocado que me despierte a las 2:26 am hora de mi mesilla de noche, gritando, y con tal acojone en el cuerpo que he tenido que encender la luz para comprobar que ya no estaba soñando. Así que hoy tengo las ojeras particularmente marcadas, y no es porque haya pasado la noche en tugurios y tabernas ( es cierto que no tendría nada de extraño), si no que mi cerebro, sin sustancias externas, ya se basta sólo para joderme las noches.
No es el primero de estos sueños que tengo, pero francamente, es en el que peor lo he pasado con diferencia ( en otro era despedido, y en el anterior a este me convertía en padre de varios churumbeles calés, guapísimos por cierto, le salieron a la madre). Pero es que como siga por este
camino, me va dar un síncope, un patatus, un infarto, o todo junto. Y me van a encontrar muerto - literalmente, muerto - de miedo en mi lecho.
Con todo, lo que más me preocupa es que tal vez ahora mismo estoy soñando y cuando me despierte soy padre de varios niños calés, o estoy despedido, o quizás el sicario sigue desgranando razones para pegarme un tiro....
1 comentario:
Muy bueno el post. Y muy inquietante el sueño.
A mí me pasa algo parecido cada vez que me invade alguna pesadumbre y/o incertidumbre:
Sueño que me llaman de mi escuela y me preguntan cuando voy a ir a examinarme de las 2 asignaturas que me quedan.
Entonces me despierto, y camino del trabajo, ya perfectamente despabilado, empiezo a pensar de dónde iba yo a sacar el tiempo para compaginar trabajo e hijo con estudiar. Súbitamente me entra el sudor frío. Luego pienso: "joder, pero si yo he firmado proyectos. Esto no puede ser verdad". Es entonces cuando me despierto, con incorporación repentina, igual que la tuya, Juan.
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