miércoles, 9 de enero de 2008

Historias de inmigración, otras caras...

Estimados compañeros, espero que hayáis pasado unas agradables fiestas, yo las he tenido en su mayor parte. A mi sí me gusta la navidad, otro día os escribo el por qué. Permitidme que os cuente una experiencia, otra experiencia, al hilo del texto que en ínclito y vertiginoso Don Juan Ayala escribía sobre la inmigración.
Doña Dolores ya ha pasado los 60. Es la casera del pisón en el que hemos vivido antes de mudarnos a nuestro Ítaca, con hipoteca en propiedad. Me consta que les ha dicho a todas sus vecinas que trabajo en la universidad. Piensa que eso le reporta abolengo en San José, la pedanía donde vive. Quizás piensa que por ello no meo en la bañera mientras me ducho, o que mis hijos no pintan las paredes del pasillo de su casa con cera. Es cristiana vieja, y les ha dado carrera a sus tres hijos. Su marido, albañil retirado, no le discute las decisiones importantes. En realidad creo que no le discute nada.
-Pos me da muncha pena que los vayais, abis sio mu buenos quilinos.
-Si, nosotros hemos estado muy bien aquí también.
-¿Y no conocerás a naide como tu para que se quede con el piso?, algún compañero tuyo de la universidad.
-Pues mira, el mes que viene llega una profesora nueva al departamento a hacer una estancia de 2 años, y está buscando piso. Esta chica viene con su familia de Suecia, y yo creo que este piso le podría interesar.
-Ya, ya, ya, lo que pasa is que yo a inmigrantes prefiero no metelos en el piso, que no me fio, luego se oyen unas historias por ahí que no tengo yo ganas de complicarme la vida.
En ese momento dudé; pensé en iniciar un alegato a favor de los suecos. Pero me di cuenta de que no iba a ser útil. Y al fin y al cabo, los suecos inmigrantes son.
-Tienes razón, los suecos, la verdad, son raros. Vienen en esos volvos aquí, que da pena ver como llevan los coches, menudo peligro. Y luego el IKEA ese, que está quitando tanto trabajo a los españoles. Y no hablemos de su gimnasia, o de las saunas.
-Claro. Que a lo mejor tu compañera es buena persona y cumplidora y limpia, pero si luego trae a más amigos… que hay algunos que luego te se meten 50 en el piso y a vel que haces.
-Si, la verdad es que hay que llevar mucho cuidado con los suecos. Con los escandinavos en general.
Ella tiene ganas de seguir, pero yo estoy al límite de la carcajada, así que miro mi reloj y muestro sorpresa. Le doy dos besos y me despido hasta la próxima.

4 comentarios:

Sergio Cortés dijo...

genial incorporación!!! :).. no lo dudaba pero fantástico!!!

bienvenido a la bitácora y que sea por mucho tiempo!!

respecto a los suecos.. yo conocía a unos suecos que vinieron de inmigrantes y los tios comían salmon en las ensaladas... pronto le pusimos queso de cabra y todos los bares incorporaron la "puta" ensalada de queso de cabra y salmón...

pero por favor.. Alquién me puede ofrecer una ensalada verde de la casa??? tomate, lechuga, pepino y cebolla??

yo prefiero los bares autóctonos.. los del shawarma, falafel, kebab...
esos sí que son de aquí!! :)

Miguel Ángel dijo...

Amigo Joshua, BIENVENIDO.
No he podido evitar pensar en Krahe cuando he leído lo de la gimnasia sueca.
Y te doy toda la razón, hay que ver cómo llevan sus volvos...
Desde hoy este blog es un poco mejor.

txema dijo...

Para que luego digan que no se pueden hacer buenos fichajes en el mercado de invierno...y además no okupa plaza de extranjero.
(¿por qué no se le dice plaza de inmigrante?).

Sólo un "pero", amigo Joshua, tendrías que haber alargado un poco más la charla con la vieja católica...y tendrías para más entregas.

txema dijo...

Como está el blog!!!!, me he encontrado a D. Neftalí, unos post más abajo.
Bienvenidos todos.