jueves, 31 de julio de 2008

Atención, pregunta:



Mientras Miguel paseaba por la playa de Riazor y Ayala por el Zapillo, un servidor estaba la tarde del sábado en el templo de la Virgen del Mar, Almería.

¡Que calor!
¡Que sopor!

Creo que llegué a tener alucinaciones, y en una de estas bofetadas de calor, o mejor dicho “hostias de calor”, voy y me planteo lo siguiente:

Con tanto oro como cuelga de los muros, bóvedas, pechinas, cimborrios y capiteles, ¿por qué no ponen una consolita de aire acondicionado? Por lo que “dios” quiera.
"Bendito" sea el aire acondicionado.

4 comentarios:

Juan Ayala dijo...

Bueno, yo el sábado estaba en el Cabo de Gata, no en el Zapillo...
Que blandos nos hemos vuelto, no sabemos vivir sin aire acondicionado en verano, sin calefacción en invierno..

Juan Ayala dijo...

Y si no se aguanta el calor, se hace lo de toda la vida: se va uno con los amigotes a tomarse unas cañas al bar, y entra en la boda para el "sí, quiero", procediendo en ese momento a aplaudir y a gritar "Vivan los novios"

txema dijo...

Yo soy de los que no entran ni al "si quiero", pero como no conocía a nadie en la boda, pues dije, "pa dentro".
Bueno a decir verdad concoía a Natalia, a la Vinuesa y a Concha Alarcón.

Neftalí Peral dijo...

el calor os afecta ya que no se entiende ná, sobre tó la intervención de Chema.